

Entre sus funciones más importantes se encuentran prevenir el sobrecalentamiento, la oxidación o corrosión y lubricar otros elementos que entran en contacto con el radiador.
Así como el aceite de motor es el líquido vital del motor de un auto, el anticongelante es necesario para que todo el auto funcione a la perfección.
Aún sabiendo de la importancia del anticongelante en el auto, la mayoría olvida este líquido a la hora de realizar los servicios de mantenimiento. La mayoría de las personas tampoco saben la diferencia entre los distintos líquidos y sus colores.
Existen tres tipos de anticongelante y cualquiera de los tres se puede utilizar siempre y cuando no resulten corrosivos con el aluminio y cuando se haya realizado la purga del anticongelante viejo por completo.
Verde. Está compuesto por silicatos, glicol etileno y agentes anticorrosivos para proteger los componentes metálicos contra la generación y formación de óxido. Son reconocidos por sus siglas IAT (Tecnología de Ácidos Inorgánicos).
Rojo. Este en algunas marcas de anticongelante también se ha visto en azul. Está compuesto por Tecnología de Ácidos Orgánicos (OAT) y permite la protección de todos los componentes metálicos y de aleaciones del sistema de enfriamiento. Este anticongelante ofrece mayor soporte contra el desgaste gracias a sus componentes.
Naranja. Este es el resultado de la aplicación de elementos de los IAT y OAT y por ello se les denomina Híbridos de Tecnología de Ácidos Orgánicos.
Entre sus funciones más importantes se encuentran prevenir el sobrecalentamiento, la oxidación o corrosión y lubricar otros elementos que entran en contacto con el radiador, como la bomba de agua.
Es bueno saber que el motor alcanza una temperatura de 194° F y mientras no sobre pesa esta temperatura, no es necesario enfriarlo. La temperatura del motor se controla cuando el anticongelante alcanza la temperatura ideal, el termostato se abre y empieza a circular por el motor, el cual absorbe el calor para tener controlada la temperatura en funcionamiento.